11 de octubre de 2010

CARITAS ABRE UN COMEDOR POR LA CRISIS EN BARAKALDO

Cáritas observó en 2009 un aumento del número de personas que solicitaban ayudas económicas provenientes de la margen izquierda, concretamente de Barakaldo, localidad que no cuenta con recursos específicos para las personas más desfavorecidas. El Ayuntamiento nos decía que no detectaba la necesidad de abrir comedores puesto que nadie lo solicitaba. Pero los que demandaban nuestros servicios en dicha localidad se desplazaban a los de Bilbao, explica Carmelo Corada, responsable de comunicación de Cáritas. A la luz de la creciente demanda, la entidad diocesana decidió abrir un comedor durante el tiempo que durase la crisis en un local que posee en la iglesia de San Vicente. En mayo de 2010 empezaron las obras y debido a la cantidad de permisos que ha sido necesario solicitar se ha retrasado su apertura hasta este mes de septiembre. No es un comedor social sino económico para personas sin ingresos, no con problemas de inserción social, afirma Corada.
El comedor tendrá capacidad para 40 personas en un mismo turno, aunque se podrán dar hasta 150 menús diarios. La Fundación Carmen Gandarias y la Fundación Antonio Menchaca de la Bodega se encargarán de sufragar los gastos que origine el "catering", que se proveerá a través del proyecto conjunto entre Cáritas Bizkaia y la Fundación Peñascal, que junto con la actividad productiva combina la inserción laboral de personas con dificultades en el sector de la hostelería. Inicialmente se pensó en instalar una cocina pero tanto el incremento del coste de las obras como la maraña burocrática para llevarla a cabo hicieron desechar la idea. De esta manera se crearán cinco puestos de trabajo en inserción junto con dos personas con cualificación en el sector. También colaborarán personas del voluntariado.
Antes de acudir al comedor el usuario debe mantener una entrevista con Goiztiri, Cáritas o los servicios municipales que serán quienes valoren la cantidad que debe pagar por el menú que puede ir de 1 a 3 euros. Está previsto que algunas personas si lo desean puedan recoger la comida para llevarla a casa.